• Al ser un juguete de formas básicas permite el desarrollo de la creación al máximo exponente.
• En un comienzo: 
  • La exploración de la niña o niño llevará a apilar los cubos por el sólo placer de lograrlo y ver cómo caen las piezas resonando en la superficie sobre la que se apoya.
  • La utilización del carro será también exploratoria y brindará placer por el movimiento mismo.
• Más adelante:
  • Comenzará a idear y planificar construcciones, perfeccionando la actividad motriz, la creatividad, la flexibildad mental, la memoria, la atención.
  • El carrito empezará a ser utilizado como transporte de objetos. Se explorarán conceptos como: peso, cantidad, fuerza, equilibrio, formas, causa-efecto, velocidad, inclinación, etc.
  • Las piezas pueden, asismismo, formar parte de otros juegos más amplios con otros objetos (autitos, muñecos, etc.), fortaleciendo la flexibilidad del pensamiento y la simbolización.
  • ¿Y si la construcción se cae? Es una excelente experiencia en dónde se juega la frustración. ¡A tomarlo con calma! Desarrollemos la risa como reacción frente a estos emergentes para fortalecer la inteligencia emocional.

Kurimi